Los vehículos suelen durar tanto como se les cuide y, para ello, durante su vida útil hay que reemplazar varios de sus componentes. El sistema de alumbrado no tiene que cambiarse con frecuencia; no obstante, en ciertos momentos hay que hacerlo, porque es propenso a mostrar deterioros por diversos factores, como las condiciones climáticas, el uso que se le da al coche, el terreno que se frecuenta, etc.
El sistema de alumbrado es parte importante de la seguridad vial del vehículo, si no tiene suficiente visibilidad del camino que recorre, estaría expuesto a cualquier tipo de contratiempos, podría incluso tener o causar un accidente. Desafortunadamente, las luces no mantendrán por siempre la misma intensidad que cuando el coche salió de la fábrica, algunos suelen ponerse opacos, amarillentos y muy frágiles; si se parten, no hay más que hacer sino cambiarlos.
Una solución para solventar este inconveniente de manera práctica y sencilla es pulir los faros para que recobren su efectividad. Después de haberlos limpiado con un buen pulido y abrillantado, notará la diferencia al instante; sin embargo, debe estar consciente de que la transparencia del policarbonato no siempre se recobra por completo, dependerá del estado en el que se encuentre la pieza.
Cuál es la razón de que se deterioren
El material del que suelen estar hechos los faros reacciona de modo distinto a diversos factores del entorno. Algunos se tornan opacos por pequeñas estrías que se muestran muy juntas entre sí; del mismo modo, es posible que la erosión provoque finas ralladuras, o que el sol queme la superficie del material. Incluso el limpiarlos de forma inadecuada, con el pasar del tiempo también los vela.
Qué hacer para devolverles la claridad a los faros
La opción más factible para que los faros retomen su vistosidad es pulirlos, al menos lo suficiente para que tenga mayor seguridad en la carretera. Hay distintas maneras de realizarlo:
Pulir con pasta de dientes: seguramente habrá escuchado mucho esto y no le da crédito. Recuerde que la pasta de dientes también es un pulimento; sin embargo, no es lo mismo darle brillo a los dientes (que es para lo que fue creado), que a un objeto plástico. Por consiguiente, el efecto no será exacto, ni tendrá la misma duración que con un producto especial para la tarea en cuestión.
Pulir con un producto especializado: al ser un producto destinado para la pulitura de faros, este tendrá las especificaciones necesarias para la superficie a trabajar. El resultado podría ser positivo, pero no espere a que dure por un largo tiempo y esté pendiente para cuando deba repetir el procedimiento.
Las alternativas anteriores son buenas opciones para obtener un efecto rápido; no obstante, si se desea una solución más prolongada, lo ideal sería cambiar los faros. Comprándolos en piezasdesguace.eu el gasto no es elevado y se ahorrará tiempo en la búsqueda.